Las cifras de la Economía Social en la Unión Europea en 2021

Por Rafael Chaves Ávila,
Presidente de la Comisión Científica de CIRIEC-España
Catedrático del IUDESCOOP, Universitat de València
1. Introducción
Las estadísticas son un pilar fundamental para el desarrollo de los países. En primer lugar, porque hacen visibles a realidades y problemáticas que habían permanecido hasta entonces inadvertidas o silenciadas y, en segundo lugar, porque ayudan a comprender la realidad socioeconómica de un modo preciso, y a orientar y evaluar políticas públicas más adecuadas, al estar basadas en la evidencia de datos objetivos y medibles.
Esta situación se ha dado, hasta hoy, para la economía social europea. A pesar de su importancia, uno de los desafíos más grandes ha sido la falta de datos estadísticos fiables, actualizados y comparables, lo que ha dificultado el dimensionamiento de este sector, así como la evaluación precisa de su impacto social y económico.
En respuesta a esta necesidad y en el marco del Plan de Acción Europeo para la Economía Social lanzado en diciembre de 2021 por la Comisión Europea, esta última ha promovido un estudio coordinado por EURICSE, CIRIEC y Spatialforesight, cuyo objetivo principal es ofrecer información cuantitativa y cualitativa sobre la economía social en los 27 Estados miembros de la UE. El proyecto se ha operativizado a través de la ‘European Innovation Council and SMEs Executive Agency’ (EISMEA).
El estudio, titulado Benchmarking the socio-economic performance of the EU social economy – Improving the socio-economic knowledge of the proximity and social economy ecosystem, se centra en proporcionar una visión completa sobre las entidades, los empleados, el valor económico y los sectores de actividad de la economía social en Europa.
2. Metodología utilizada
El proyecto se ha estructurado mediante un equipo central (the core team) liderado por EURICSE y CIRIEC, quienes han dirigido el proyecto, junto con 27 expertos nacionales, uno para cada país.
Con una metodología común de recopilación de datos, cada experto nacional, a veces equipos nacionales, han realizado un trabajo de acopio de información para su realidad nacional. En este proceso de recopilación de información, adicionalmente se ha contactado/implicado a la mayoría de institutos nacionales de estadística europeos, órganos gubernamentales productores de estadísticas, ministerios nacionales, plataformas sectoriales de la economía social, así como organismos internacionales expertos en estadísticas e informes de impacto socioeconómico, como la OIT y la OCDE.
La implicación de estos últimos, una auténtica comunidad experta en estadísticas de economía social, ha sido especialmente relevante en los 3 workshops especializados que se han operativizado durante el desarrollo del proyecto: uno sobre el “Estado actual de las estadísticas sobre economía social en los 27 Estados miembros”, un segundo sobre “Las barreras, lagunas y obstáculos en la elaboración de estadísticas y posibles soluciones para superarlas”, y un tercero sobre “Nuevos indicadores, metodologías y enfoques para evaluar el papel de la economía social”. En estos tres workshops han participado más de 120 expertos, además de los propios investigadores del proyecto.
La estrategia metodológica ha seguido varias líneas de actuación. En cuanto a la delimitación del campo de observación estadística, se ha utilizado sistemáticamente la definición de la Comisión Europea tanto para la economía social como para las empresas sociales, definición explicitada en el Plan de acción europeo para la economía social. Esta definición contempla como integrantes de la economía social a todas las cooperativas, las asociaciones, las mutualidades y las fundaciones. Además, incluye a las empresas sociales en la definición establecida en la regulación comunitaria. En este contexto, el proyecto ha operativizado la definición con unos criterios estructurales de las entidades de economía social y de las empresas sociales, atendiendo a sus objetivos, necesariamente sociales de modo explícito, dotados de modo de gobernanza democrático y participativo, criterio de distribución que prima a las personas, al trabajo y a la reinversión mayoritaria de los beneficios obtenidos, así como, para el caso de las empresas sociales, que operen mayoritariamente en el mercado. La concreción para cada realidad nacional de si una forma jurídica/empresarial específica del país es considerable in-scope o out-of-scope ha sido debatida y consensuada con entre los expertos nacionales y el core team. Este trabajo ha evidenciado la necesidad de establecer, para ulteriores proyectos de carácter internacional, grupos de trabajo plurales (estadísticos, académicos, responsables de administraciones públicas y del sector de la economía social) que estandaricen los límites del ámbito de la economía social.
Otros aspectos metodológicos considerados han sido tomar como referencia el mes de diciembre de 2021 para todo el estudio, las entidades activas y no las registradas, así como el número total de personas empleadas.
3. Principales resultados estadísticos obtenidos
3.1. Número de entidades de economía social
Según los datos del informe, en términos de número de entidades existen más de 43 millones de entidades de economía social activas en los Estados miembros, de las cuales el 97,5% utilizan las cuatro formas jurídicas tradicionales, es decir, las cooperativas, mutualidades, asociaciones y fundaciones (CMAFs).
Dentro de la categoría de empresas sociales, se identificaron más de 246,000 entidades, de las cuales unas 43,000 son empresas sociales ‘ex legge’ y más de 203,000 son empresas sociales de facto. El 89,2% de las empresas sociales utilizan las cuatro formas jurídicas tradicionales de la economía social.
3.2. Personas implicadas en la economía social europea
Más de 11,5 millones de personas están empleadas en la economía social en los 27 países miembros de la UE, lo que equivale al 6,3% del total de la población ocupada de la UE. Moviliza además a más de 55 millones de personas voluntarias en los 15 países miembros de los que se dispone de datos. Además, asocia a más de 95 millones de miembros de cooperativas y 135 millones de miembros de asociaciones. El 45% de la población adulta europea está implicada en organizaciones ciudadanas.
Países como Alemania y Francia destacan por tener los mayores números de empleo en la economía social, con 3,4 millones y 2,6 millones de personas empleadas, respectivamente. Les sigue Italia, con más de 1,5 millones, y España, con casi 1,5 millones de personas empleadas. Sin embargo, el informe pone en evidencia la existencia de notables vacíos de datos, particularmente en países como los Países Bajos y Malta, lo que dificulta obtener una visión completa de la contribución económica del sector en toda la UE.
3.3. Peso económico de la economía social europea en facturación y valor añadido
En cuanto a la dimensión económica, el estudio reporta que el volumen de negocios generado por la economía social superó los 912,9 mil millones de euros en 2021. Las cooperativas contribuyen al 71,5% de este volumen. Sin embargo, el informe también señala una importante falta de datos sobre el valor añadido generado por estas entidades, con información disponible solo para 11 Estados miembros.
3.4. Distribución sectorial y tamaño de las entidades de la economía social
Atendiendo a la distribución de las entidades de la economía social por sectores de actividad económica, las asociaciones operan mayoritariamente en sectores como ‘Otros sectores’, que incluyen actividades asociativas genéricas, el sector educativo, así como industrias culturales, creativas y de entretenimiento, mientras las cooperativas operan de modo diversificado, aunque predominan en los sectores agroalimentario, de construcción y vivienda, así como ‘otros sectores’.
En términos de empleo, el 50% de los empleados en la economía social europea trabajan en el sector de la salud y los servicios sociales, seguido por el sector educativo, con un 15%, y las actividades artísticas y creativas.
4. Conclusiones y recomendaciones
Este estudio, al proporcionar datos precisos y actualizados, marca un paso importante hacia una comprensión más profunda del tamaño y el alcance del impacto socioeconómico de la economía social en Europa.
El informe revela también la necesidad de mejorar la definición y delimitación del campo de la economía social y de las empresas sociales, abordando la ambigüedad entre las entidades que pueden o no ser consideradas como parte del ámbito de la economía social. Por ello se han sugerido mecanismos para resolver estas limitaciones, como la creación de grupos de trabajo con expertos nacionales para la recolección de datos y diseñar mejores indicadores.
Ha puesto en evidencia el estado de desarrollo de las estadísticas sobre la economía social en cada país miembro. Ha revelado disparidades significativas entre los países, lo que limita el alcance de los datos globales y la comparabilidad pero, asimismo, marca líneas de mejora a seguir. El estudio ha destacado tres países como ‘buenas prácticas’ en la elaboración de estadísticas sobre la economía social: Portugal, Francia y Polonia.
Una de las áreas más problemáticas identificadas ha sido la relativa a la delimitación precisa del ámbito de la economía social, la cual complica la elaboración de estadísticas. Por ejemplo, ciertos tipos de entidades, como las cooperativas en unos casos o ciertas fundaciones, son cuestionadas como integrantes de la economía social en algunos países, mientras formas jurídicas específicas de algunos países son de dudosa inclusión. La armonización en las decisiones requiere de dispositivos adecuados, que en el caso de este informe se ha solventado con un diálogo entre el equipo coordinador y los expertos nacionales.
Los principales obstáculos identificados en el proceso de construcción de estadísticas sobre economía social abarcan desde la definición y delimitación del ámbito de análisis, hasta la creación de un sistema de fuentes de datos primarios y el establecimiento de un sistema de gobernanza de producción estadística. Asimismo, se identifican carencias en las metodologías empleadas para el tratamiento de los datos y la generación de estadísticas fiables. A esto se suma la falta de competencias técnicas en la formación de los equipos encargados, lo que limita la calidad y alcance del análisis. A nivel institucional, se carece a menudo de normativa que regule el campo estadístico de la ESS, así como que incentive a los gobiernos y a los institutos de estadística a desarrollar estas estadísticas. Las barreras financieras, derivadas de la falta de financiación adecuada, impiden tanto el desarrollo como la continuidad de estas estadísticas. Finalmente, la falta de visibilidad de la economía social así como de apoyo político por parte del sector de la economía social en algunos países limita la implementación de estas iniciativas estadísticas a gran escala.
El informe finaliza, además de con unas conclusiones, con una serie de recomendaciones para distintos tipos de actores, entre ellos, la propia Comisión Europea, EUROSTAT y los gobiernos nacionales. Entre las propuestas destaca la creación de un grupo de trabajo internacional mixto, que incluya a institutos nacionales de estadística, expertos académicos y organizaciones paraguas del sector. Este grupo contribuiría a estandarizar el ámbito de la economía social a considerar, las variables, los mecanismos de recogida de datos, desarrollando un marco estadístico armonizado que permita la comparabilidad a nivel europeo. Otra recomendación es la de actualizar el manual Sistema Europeo de Cuentas Nacionales y Regionales (SEC 2010) con la inclusión en el mismo de las entidades de la economía social que no están contempladas en el mismo. Y una tercera recomendación es la de realizar un Eurobarómetro especial sobre la economía social para recabar información sobre cómo participan los ciudadanos de la UE (diferenciando entre socios y voluntariado), qué saben sobre la economía social y cómo perciben la contribución de la economía social a la sociedad.
5. Dossier de presentación
El presente Tema de actualidad de la revista Noticias de la economía pública, social y cooperativa integra, además de la presentación general, dos elementos del citado informe, por un lado, el Informe de síntesis y, por otro lado, el capítulo 4, correspondiente a las dimensiones estadísticas de la economía social europea.